Una Postal muy apropiada

Comentarios

2 respuestas a «Una Postal muy apropiada»

1. 

   Casaseca.

   28 de noviembre de 2024

   La habitación, como todo el hotel, basaba su encanto en despertar la nostalgia por otra época en la que quizás fuimos más felices con mucho menos. La memoria, engañosa y acomodaticia, deja aflorar los dulces almíbares mientras tamiza las impurezas amargas que un día no impidieron disfrutar en plenitud.

   La decoración daba el pego: mobiliario anacrónico, pero en buen estado; Televisor de tubo de imagen; margaritas sobre la mesilla de noche; papel pintado en las pareces y colchas de estampados imposibles que tan en boga estuvieron.

   Para logar un efecto más auténtico, mi mujer y yo nos habíamos vestido con ropa que llevaba años en el fondo de un baúl. Las sonrisas afloraban sin aparente esfuerzo hasta que recordé que había olvidado en casa las mágicas pastillas azules que habían de obrar el milagro.

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2. 

   ENIAC

   28 de noviembre de 2024

   Un notorio olor a cerrado fue lo primero que Helen sintió al acceder al apartamento cuya puerta mantenía abierta John, el jefe de la productora donde una semana antes había conseguido el empleo de secretaria. Con impostada galantería, le mostraba la suite como algo excepcional.

   La decoración floral excesiva casaba perfectamente con los tópicos del paraíso exterior que podía observarse desde el balcón. Helen, de origen humilde, oriunda de la América profunda, estaba deslumbrada ante el despliegue del “savoir faire” de aquel cineasta de ostentosa sonrisa.

   Todo estaba perfectamente orquestado. Como un arácnido que espera pacientemente al insecto caer en su telaraña, comenzó a agasajarla con promesas, haciéndola girar una y otra vez al son de su hilo constrictor. Al anochecer consumaría su encantador engaño con un aguijonazo mortal.

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