Este Guiri quizás pique

Comentarios

3 respuestas a «Este Guiri quizás pique»

1. 

   Jorge

   18 de junio de 2025

   #Guiri
   Pudo al fin cumplir el sueño
   que nadie había entendido.
   Fue siempre un incomprendido
   que nunca cejó en su empeño.
   Compró asiento de tribuna
   pues dicen que es el mejor
   para ver en derredor
   y que no se escape ni una.

   Llevó el mejor atavío
   para tan magna ocasión:
   no iba a pescar un budión
   ni a ejemplares de río:
   su objetivo eran pescados
   que en los estadios pululan
   que con alcohol se estimulan
   y allí los ves agrupados.

   Besugos hoy va a pescar,
   percebes y algún merluzo
   sin ir vestido de buzo
   ni ser preciso nadar,
   pues cuando se inicia el juego
   salen a la superficie
   y, sin que nadie malicie
   en sus redes caerán luego.

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2. 

   ENIAC

   18 de junio de 2025

   —Don Nicolás, ¿da usted su permiso?
   —Adelante Rupérez. ¿cómo va el asunto de las porterías? ¿Tenemos ya un proveedor? ¡Mire que estamos a dos días del comienzo de la temporada y de este año no pasa! Hay que ascender, sí o sí.
   —A eso venía, señor presidente.

   —El caso es que, siguiendo sus instrucciones, nos hemos puesto en contacto con un experto en redes, pero me da que hay algo que no cuadra.
   —¿A qué se refiere? No me tenga en ascuas, Rupérez.
   —Creo que tendrá que verlo usted mismo. Está ahí fuera en la cancha.

   —¡Lo mato, Rupérez!
   Vestido de capitán Pescanova, con chubasquero de neopreno amarillo y gorro a juego, con las botas hasta las rodillas y cargando a cuestas una red nuevecita de arrastre de camarones, gambas y langostinos, se dirige hacia la portería visitante, atravesando el mar de hierba.

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3. 

   Rafael Ricardo

   19 de junio de 2025

   Dos goles en Varsovia

   En mi pueblo vivía un muchacho de humilde procedencia, solía pescar como sus papás, abuelos, y descendencia, un día vio a un señor de cabellera larga ondulada que parecía levitar lo llamaban ¨el pibe¨, eso le llamo la atención al niño, pero no solo eso, también jugaba con el balón, se inspiró y ha hurtadillas con el pretexto de irse a pescar para comprar golosinas corría hacia una parte de la playa y cogía unas lisas, ni siquiera los sacaba del anzuelo y con los peces vivos caminaba bajo el sol ardiente de las playas del caribe, a jugar con un balón. Un día despertó asustado, en mayo, ya no tenía la red ni el anzuelo, si unos guayos y más cerca del polo norte que cualquier otro lugar, desde el caribe con camiseta del Sevilla, y con un grito dijo: —Vamos a ganar.

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