Postal de todo un clásico

Letreros, hoy el cartero os trae Postal. ¡Enfrentaos al reto del día!

Esta es la imagen que os debe servir de inspiración para vuestro relato.

EntrenaTusLetras #escritora #escritor #SinJugadoresNoHayJuego


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6 respuestas a «Postal de todo un clásico»

  1. Avatar de Alvaro
    Alvaro

    Al ver la foto, no pudo evitar sentir ese pollo sazonado con arena y olor a mar de esos paseos a playas alejadas que tanto le gustaban a papá y que
    él odiaba.
    Quería piscina y hotdog como sus amigos … Suspiró.
    El finde llevaría a los niños a un pícnic en la playa

  2. Avatar de Elena Hopper
    Elena Hopper

    Parecíamos la familia ideal, cualquier día de verano soleado. Las pastillas de la ansiedad de mamá escondidas en el bolso. El amante de papá mandando mensajes bajo pseudónimo. Los suspensos de Gabi en una hoja de papel en el comedor de casa. La pauta de mi psicóloga en el cajón de mi dormitorio.
    Sí, éramos la familia ideal.

  3. Avatar de ENIAC
    ENIAC

    Todavía me pregunto por qué en un momento todo cambió. Sí, fuimos felices bajo el sol de Playafels. La sal del mar florecía en la piel de mis hombros y tus dedos llevaban a mi boca el frescor de un trozo de melón, mientras nos devorábamos con los ojos.
    Martina y Luisito no paraban de enredar. No había siesta que no sabotearan con sus idas y venidas desde el agua, con sus labios morados de frio, resistiéndose a dejar de ser dos pececillos más. Tus brazos cubriéndolos con las toallas, los rescataban, mientras me sonreías.
    Volaron los años y con ellos los sueños. Los niños crecieron y pronto olvidaron aquellos momentos que juntos vivimos. De vez en cuando vuelvo como una ola infinita a buscarte en la arena de aquella playa, y en algún punto del cielo, alzo la vista y te veo.

  4. Avatar de Jorge
    Jorge

    #Postal
    El conjunto era ideal:
    playa, niños y bikini,
    junto a mí tengo un Martini
    y de comida un quintal.
    ¿Qué falló en esta ocasión
    para que dieran conmigo?
    ¿Sobornaron a un amigo?
    Más ya no hay solución.
    Dieron conmigo y la droga
    y en el calabozo ahora
    me amarran con una soga.

    Tras el interrogatorio
    está claro qué falló
    y la operación frustró
    por este chasco notorio.
    En enero no es creíble
    que vayamos a la playa
    sin llevar una toalla
    con esa sombrilla horrible
    que parece una diana
    con un avestruz troceado
    y una sillita enana.

    Debajo del feo mantel
    estaba toda la droga
    mientras una ciaboga
    hacía el bote del cartel.
    Aunque la mayor torpeza
    fue no afeitarme el bigote
    pues el Patrón es mi mote
    es el bigote una pieza
    que muchos quieren cazar
    porque con ella han pillado
    también a Pablo Escobar.

  5. Avatar de Rafael Ricardo
    Rafael Ricardo

    Treinta guinness
    Me encontraba caminando desprevenido por la playa en un día soleado. Pensé en un picnic. Mi mirada se posó casualmente en una familia que comía, y uno de los niños, eufórico, me señaló gritando: «¡Un señor viejo, pero bien viejo!». La madre lo regañó y luego me llamó. Se disculpó por el niño y me ofreció una galleta untada con salsa de atún. Me negué, pero ella insistió. Para ser cortés, la tomé y di un pequeño mordisco.
    Caminaba porque no podía más; me había tomado como treinta cervezas. No sabía cómo podía seguir de pie, y apenas era mediodía. No tenía veinte años. Además, había tomado una sopa de pescado. Con cada eructo sentía un alivio, y el sol estaba intenso. Recordé lo que mi cardiólogo me decía: «Si tomas mucho líquido, sal a andar, porque ese líquido va a la sangre y fuerza el corazón».

  6. Avatar de Sr. Petruccini
    Sr. Petruccini

    Aquella mañana de junio mi padre nos propuso hacer algo muy loco, ir a la playa. Decidió tomarse el día libre. Siempre le ha gustado improvisar sobre la marcha y ese día tocaba. A veces, la acomodada rutina diaria había que romperla para conectar con esos pequeños momentos tan valiosos.
    Aquella mañana de cielo y mar, de azul y arena y de olor a sal, sabíamos de nuestra suerte, de estar creciendo juntos bajo esos sólidos cimientos que mis padres forjaron con lo que supieron darnos. Sobre todo amor.

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